Este texto es un extracto de la programación de la asignatura (que estará en breve colgada en este blog)
En
el decreto por el que se establece el currículo de esta asignatura
en la Comunidad Valenciana se indica, al argumentar la necesidad de
la misma, lo siguiente:
“Los
ciudadanos del siglo XXI, integrantes de la denominada «sociedad del
conocimiento», tienen el derecho y el deber de poseer una formación
científica que les permita actuar como ciudadanos autónomos,
críticos y responsables. Para ello es necesario poner al alcance de
todos los ciudadanos esa cultura científica imprescindible y buscar
elementos comunes en el saber que todos deberíamos compartir. El
reto para una sociedad democrática es que la ciudadanía tenga
conocimientos suficientes para tomar decisiones reflexivas y
fundamentadas sobre temas científico-técnicos de incuestionable
trascendencia social y poder participar democráticamente en la
sociedad para avanzar hacia un futuro sostenible para la humanidad”
Es
muy difícil ir en contra de la idea que subyace a este parrafo. La
necesidad de alfabetización científica para poder entender y
participar en una sociedad tecnocientífica como la existente en los
países desarrollados, es evidente. Otro debate es si es suficiente
una asignatura de 2 horas semanales en 1º de bachillerato para
lograr este objetivo.
Pero
no es este el lugar para debatir esta última idea. Con este apartado
de justificación, se pretende exponer los motivos en que se basan
las decisiones tomadas en cuanto a la selección de contenidos y
metodología presentes en esta programación.
Ambos
se derivan de la pregunta que le da titulo: ¿para qué mundo
contemporáneo está orientada esta asignatura? Ciñéndonos a la
gramática utilizada, debería enfocarse al mundo presente, a la
actualidad. Pero, ¿conseguiríamos con ello que nuestro alumnado
fuera capaz de entender la sociedad tecnocientífica en la que vivirá
en un futuro?
Si
un campo de la actividad humana cambia y avanza a velocidad de
vértigo, ese es la Ciencia. Muchos son los ejemplos de contenidos
que estudiamos en nuestra epoca de alumnos de secundaria ( o de
universidad) que en la actualidad han sido desechados como erróneos
y aún muchos más son los desarrollos científico-tecnológicos que
ni siquiera se planteaban en esa época y que en la actualidad marcan
nuestra realidad (por ejemplo, la influencia de Internet)

http://www.flickr.com/photos/x-ray_delta_one/
Por
tanto, flaco favor haríamos a nuestro alumnado si centráramos únicamente la
asignatura en los campos científicos que, hoy en día, alcanzan un
desarrollo e influencia social mayores, y nos olvidáramos de los
campos que más influirán en la sociedad a corto, medio y largo
plazo.
¿Cuáles
son estos campos? Siguiendo la literatura científica podemos
identificar algunos ejemplos, como pueden ser la nanotecnología, la
medicina personalizada, los nuevos medicamentos, la investigación
sobre el envejecimiento o las neurociencias. Algunos de estos
contenidos están representados en el currículo propuesto por la
administración, y otros no.
Se
considera necesario tratar dichos temas, para intentar asegurar esa
capacidad “para tomar decisiones reflexivas y fundamentadas” a la
que hace referencia el currículo. Que el alumnado disponga de
conocimientos (aunque sean algunas pinceladas) de estos campos, y sea
capaz de reflexionar y argumentar sobre la posible influencia social
que estos pudieran tener en un futuro, se considera como un objetivo
irrenunciable de esta asignatura, si se quiere que les ayude a ser
capaces de entender el mundo en el que vivirán.

http://www.flickr.com/photos/87913776@N00/
Por
otro lado, no podemos estar seguros exactamente de qué conocimientos
científicos necesitarán en cada momento, ni en que grado de
profundidad. Ante esta incertidumbre, debemos darles herramientas que
les permitan disponer de los conocimientos o habilidades necesarias
para su vida responsable en sociedad y a nivel individual.
Por
ello, la metodología que se pretende aplicar en la asignatura busca
profundizar en la competencia de “aprender a aprender” ya
trabajada en la ESO. Se busca que el alumnado desarrolle la capacidad
de aprender lo que necesite cuando lo necesite, utilizando para ello
las herramientas propias de un alumno del siglo XXI, es decir,
herramientas basadas en internet. En el apartado de metodologia se
describen con más detalle qué herramientas se utilizarán y cómo
se hará.
Por
tanto lo que se busca es, en definitiva, una enseñanza en ciencias para
su mundo contemporáneo, no para el nuestro.